Handkerchiefs’ Secret — El secreto de los pañuelos
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Los primeros rayos de sol lo sorprendieron dormido entre las hojas de pámpano que habían amortiguado su caída la noche anterior. Empezó a sentirse bien. Suponiendo que los dueños de la casa aparecerían en cualquier momento, se alejó de allí y buscó donde ocultarse a los ojos de los transeúntes. Ya empezaba a experimentar los primeros efectos de los fotones penetrando en su cuerpo. Su piel estaba cambiando de color y sus ojos podían ver un universo negado a los demás, ya que percibía frecuencias muy por debajo y por encima de las frecuencias ópticas normales. En aquel momento sintió miedo, y se arrepintió un poco de lo que estaba haciendo.
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Tom estaba experimentando las primeras reacciones a los rayos solares. Había procurado encontrar lugares en los que hubiera oscuridad para alimentarse, pero su nuevo estado estaba empezando a cambiar el metabolismo de su cuerpo. Necesitaba menos estas a oscuras y la luz le estaba empezando a proporcionar cierta energía. En eso estaba pensando cuando de repente se encontró con la nariz de un inmenso gato que le miraba con ojos inquisitivos. El pequeño tamaño de Tom divertía al gato que intentó golpearle con su pata delantera. El susto de Tom fue mayúsculo y desencadenó su primera transformación. En un instante empezó a crecer y crecer, de forma que ahora era el gato el que tenía unas dimensiones irrisorias comparadas con su…