La mantita — The Small Blanket
La mantita
Ocho años cumplió la semana pasada. Alegres ocho años, inocente vida de sueños repleta.
Un fatídico día de noviembre, una mañanita camino a la escuela, iba soñando despierta cuando ocurrió.
Alguien vino en mi busca para decírmelo. Sin saber cómo, me acerqué al abismo y la negra oscuridad envolvió mi alma.
Medio cuerpo cubrí con su manta, la que tantas veces calor le procuró. En medio del frío. Medio cuerpo roto.
Ahora, ausente, en la orilla de la carretera, abandonada, no reclamaba los cuidados de nadie. De mí tampoco.
¿Quién te cuidará allá donde vayas? ¿Quién contigo jugará tus juegos y alimentará tus sueños?
¿Quién recompondrá este instante del adiós, que ya siempre será eterno?
The small blanket
Eight years she turned last week. Cheerful eight years, her innocent life full of dreams.
One fateful day in November, one morning on the way to school, she was daydreaming when it happened.
Someone came looking for me to tell me. Without knowing how, I reached out to the abyss and the black darkness enveloped my soul.
I put her blanket over part of her body, the little blanket which so often warmed her body. In the middle of the cold. Half broken body.
Now, absent, on the side of the road, abandoned, she did not demand the care of anyone. From me neither.
Who will take care of you wherever you go? Who will you play with your games and feed your dreams?
Who will recompose this moment of farewell, which will always be eternal?